lunes, 31 de agosto de 2009

no es fácil

no es fácil la labor docente, no es fácil la labor decente. no es fácil ser indecente y trabajar. no es fácil trabajar con indecentes. eso lo constato a diario. parece que ya no importa nada más que cobrar y digerir. pasar con la saliva todo lo ganado luego de 28 días de labores sin detenimientos ni actitudes reflexivas. porque el que se detiene para pensar o reflexionar no está trabajando, está perdiendo el tiempo. y claro, puede que no sea fácil trabajar, como tampoco es fácil evitar perder el tiempo trabajando, cosa que también se da. entonces la labor docente, la de enseñarle a tus compañeros a trabajar, a escribir, a usar la computadora, a explicarles que el sentido común no se aprende resulta desbordando los límites de la decencia. no puedes dejar de ser indecente, de ser un transgresor y de opinar en favor de la indecencia. nuestros amigos, mis compañeros, no saben ni tienen por qué saber de todo esto. únicamente vienen estos días para cumplir con el horario y trabajar y cobrar y venir e irse y entrar para salir. no hay tiempo para pensar, quizás sí para hablar o hacer tonterías, o para reírnos mientras no nos damos que estamos perdiendo el tiempo y que somos completamente inútiles mientras continuemos en este sistema productivo y consumista. no es fácil pero al parecer y aunque suene paradójico no nos cuesta mucho acoplarnos a este ritmo, a esta interminable rutina trabajadora indecente, faltosa y desconsiderada con uno mismo, con el yo interno que quiere pensar y terminar por darse cuenta de que aquí no solo estamos para trabajar, de que aquí no estamos por gusto, sino por puro placer y es ese placer el que no nos lo proporciona el trabajo, sea decente o indecente. espero que se entienda la dificultad de la que hablo. espero que sí.