viernes, 24 de abril de 2009

Asociación QEACT (Quiero Enriquecerme A Costa Tuya)

Creo que lo peor que podría pasarme en esta vida es trabajar en una Ong. Tal vez porque mi padre me inculcó desde muy temprana edad esa alergia mortal a ese tipo de organización "sin fines de lucro", o porque mi colegio tenía precisamente un programa educativo que era también una Ong, el hecho es que desde siempre me he mantenido alejada de esos negocios encubiertos, y cada día que pasa descubro que mis reticencias no son infundadas, por el contrario descubro más y más razones para rechazarlos.

Podríamos empezar con su misma autodenominación: sin fines de lucro? I don't think so, honey....
es de sobra sabido que laborar en una Ong te otorga status, y te hace carrera para aspirar a algún cargo importante, digamos político... ejemplos? miles. Si diéramos una repasada a estos organismos que reciben ayuda económica externa, veríamos que los sueldos no son exiguos, por el contrario, los fundadores poseen siempre un carro del año esperándolos allí afuera. Y no creo estar exagerando. Sin embargo, para aparentar una aparente austeridad, que es como un patrón que los caracteriza, vemos también que poseen bastantes elementos comunes, en cuanto a la estética y a la decoración, los que paso a enumerar. Detalles a continuación:

-Siempre las Ongs son casas pequeñas acondicionadas malamente para la ocasión; oficinas improvisadas, decoración austera pero hogareña, baños que poseen toallas de tela y no de papel.

-Casi nunca encuentras papel higiénico en sus baños y suelen ser mixtos, por lo que suelen encontrarse más de una sopresa al entrar a alguno de ellos.

-Por lo general, en las salas de esas casas se encuentra la recepción, y se encuentran decoradas con pósters de el tema que tratan, ya sea abuso a las mujeres, abuso de menores, derechos de la mujer, etc, que rellenan toda una pared.

-Las habitaciones de estas casas que se encuentran implementadas como oficinas contienen muchos escritorios apretujados, con un menaje bastante pobre, pero siempre incidiéndose otra vez con los pósters informativos, como si te estuvieran lavando el cerebro.

-Siempre hay muchas plantas que decoran todos los recintos

-Poco personal de limpieza, por lo que siempre te instan a que tú realices las tareas que hagan falta, para darle mayor calidez a la idea hogareña que pretenden venderte.

-Siempre te reciben como si fueras un amigo.

-Suelen usar una indumentario neo hippie o más casual.


Desde un principio tuve la idea de que si voy a trabajar para alguien, prefiero que sea lo menos hipócrita posible, y por eso prefiero mil veces trabajar para un maldito lobbysta que tenga como meta el podrirse cada día más y más de dinero, a una casa mediocre que te engañe con sus proyectos falsos para mejorar nuestra sociedad, cuando lo que en verdad hacen no es más que confirmar nuestra situación tercermundista, y en realidad pretenden enriquecerse ELLOS porque no desean que los pobres sean menos pobres, pues así no justificarían sus jugosas contribuciones de grandes naciones, no, no se engañen, ellos viven de la pobreza de los demás y así siempre será.

De lo que me puedo jactar es que hasta ahora ninguna de mis amigas trabaja en niguna Ong, porque comparten conmigo la misma idea, de lo contrario cancelaría mi contrato de amistad con ellas. Totalmente anti fashion Nico, o no?

martes, 14 de abril de 2009

ay de mi

este trabajo me va desesperando. pienso en irme todos los días. pero no en irme a otro trabajo, o también. más que todo pienso en ponerme de pie y decir adiós. despedirme así rápido porque necesito mirar y tocar. mirar el espacio exterior cuando el cielo es claro y los ojos no arden. tocar la puerta, tocar a la gente, tocar las cosas alrededor. sentir que formo parte del mundo en su totalidad. salir y saber que puedo hacer todo con mis manos y que puedo tener el gusto y placer de dar la mano, de hablar, de besar, de rozar y de apretar. posar mi mano sobre una pared o sobre una banca. apoyar mi espalda en el jardín del parque, estrellar mi cara contra la arena o simplemente dejarme caer en el piso y quedarme inmóvil por un largo tiempo. sin mirar el reloj, sin tener que caminar, sin sentarme y sin escuchar el llamado del deber. simplemente estar y ser tocado y modificado por el azar, por el destino, por la vida y su vaivén desordenado.
no quiero salir de noche del trabajo y sentir que todo, o casi todo, está terminando. porque la noche es fin, es oscuridad, es tiniebla, es un cierra tus ojos para dormir. aunque a veces no se haga eso, sucede que la jornada agota y por eso la noche resulta corta y no existe mucho más energía que la restante después de horas de horas sentado.
y con respecto a ti, martina mantra, no seas renegona e inconsecuente. es chévere ser observado, sobre todo cuando no haces nada pero la gente piensa que estás haciendo cosas útiles. en realidad sí haces cosas útiles, pero útiles para tí y no para el sitema productivo universal. no vas a cambiar el mundo ni la manera de pensar de tus compañeros. anda con ellos a huaringas, almuerza en fridays y anda por un postre a havana o a crepes and waffles... es deli.