lunes, 23 de marzo de 2009

Respuesta abierta a Nico Electro

El problema serio que yo tengo Nico, como tantos otros, es que no puedo tomarme nada en serio en este mundo. Eso, para empezar, y también que me aburro demasiado rápido de todo, o me canso también, llámalo como quieras. No puedo continuar con demasiado seguimiento las cosas, me justifico pensando que necesito tomarme mi propio tiempo, que es diferente a los demás, o cualquier huevada por el estilo. La cruda y pura verdad es que tal vez ya nada me interesa, he perdido la pasión por todo, he entrado en el más profundo hastío, tengo la más descarnada indiferencia por todo.

Y justamente, pensando en todo eso, y presionándome también por postear algo que realmente valga la pena y no un pajazo mental o pura basura, es que estuve replanteando mi vida, otra cosa que siempre hago, y pensando en qué punto estoy, hasta dónde he podido llegar. Ilustrándome un poco, biológicamente hablando me enteré que he empezado el proceso de degradación, donde ya no puedo avanzar bajo ningún aspecto, y más bien empieza mi deterioro celular.

Bueno, pues, eso lo acepto. Mi actitud todavía no. Mientras detrás de mí escucho murmullos de gente que se afana en los quehaceres diarios de todo trabajo, me doy cuenta nuevamente que no le encuentro sentido a nada. Sí, en verdad lo que hago es interesante, importante, y no deja de preocuparme todavía la realidad nacional, deprimirme muchas veces e indignarme la mayoría de los casos. Pero hasta en eso noto que siempre sucede lo mismo, las mismas protestas, los mismos casos de corrupción, e incluso hasta en los desastres naturales, verdaderas tragedias que suceden sin explicación alguna, hay un patrón que posee una cierta regularidad. Y me demuestra que efectivamente somos la nada, la nada absoluta.

Estoy intentando al menos buscarle un sentido a mi trabajo, lo único estable que puedo tener por el momento, pero ganas no me faltan de hacer como siempre he hecho, coger mis cosas, largarme sin explicación alguna, y reinventarme de nuevo, convirtiéndome tal vez en una mesera de un café, gerenta de alguna empresa de agendas y merchandise, vendedora de alguna tienda arty o como cajera de una tienda por departamentos. Siempre y cuando represente algo nuevo para mí, algún reto que pueda superar (y por ende luego abandonar) y que me mantenga distraída por un lapso de tiempo. Eso, o reventar.

Una meta que puedo imponerme será el continuar con este blog, tal vez no tan seguido como quisieras Nico, pero es algo. Así que todavía me tendrás por aquí, con las nuevas aventuras minimales (porque aquí en mi chamba no pasa nada pero nada) de mí, y mis divagaciones de siempre.

Es una promesa.

Cruz y cuadro.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

eso es mantra

juana dijo...

yo he sido un condon de peluche en villa el salvador, he sido vendedora en ferias de ropa con viejas de mierda, he sido vendedora de libros, he sido secretaria y diller y te digo:
el trabajo dignifica siempre y cuando dignifique, o sea, que no te convierta en una ameba pero tampoco en un manu chao bamba.
equilibrio mantra!

Anónimo dijo...

trabaja en dvinni pe

Estrellito, el niño espacial, dijo...

Maestro!